5.5.14

el autor

Soy un hombre honesto. A veces me pierdo, pierdo el piso, las palabras exactas –porque no existen acaso–, pierdo la voz, se me cierra el cielo, así que exagero. Quiero pensar que mis exageraciones son honestas, son honesto resultado del mundo en el que vivo, conozco su propósito, y reconozco, a veces para mis adentros, su simple sinrazón. Soy un mal poeta, un ensimismado narrador, creador de seres enredados en una serie de ocurrencias que son lo que soy y lo que no. A veces creo que soy tal persona, andando en el espaciotiempo de forma tan mundana, viviendo en un número finito de líneas y palabras, con la pluma de mi escritor como límite de mi vida misma. Otras veces soy sólo un hombre sentado frente al ordenador dictándole eventos y pensamientos a aquel que vive hasta que mis ideas se acaban y me distraigo haciendo algo más. Me han dicho que en ocasiones la línea que me separa de aquellos de los escribo es borrosa, como el fin de un mar y el inicio del otro. Me han preguntado si he sido yo el que ha vivido tal o cual anécdota, y, ¿por qué decirles que no si es que me meto en la piel de aquellos que hablan o de aquellos de los que hablo o de aquellos que hablan de otros más, y así he visto el futuro, he conversado con el diablo, me he enamorado del mar, le he cantado a la vida, y soñado la muerte de tantos? De forma insípida les he dicho que quién sabe si fui yo, que quién sabe si miento, si me miento a mí mismo y soy alguien más, mientras me digo que yo soy todos ellos porque de mi mente han venido y a mi mente han regresado, los he visto andar, caer, levantarse. Hay risas y gestos de por medio, y yo sonrío porque levantar la duda marca el éxito de lo que escribo, de estas exageraciones tan mías que son una prolongación tan imperfectamente precisa del autor que creo ser. Termina el día, tecleo las últimas palabras, leo todo un par de veces, y me espeto que no ha sido hoy una página más en la narración de mi vida, sino un hato de oraciones, a veces inconexas y a veces perfectamente orquestradas, que llenan el cuento o poema que ha sido este lunes. Lunes que he vivido yo mismo o a través de alguien más. Yo soy Matilo, soy un escritor frustrado, soy el conquistador de mundos, soy un yonqui desgraciado, soy una mujer vuelta sol y soy el sol que le alegra la vida a unos cuantos, soy James y Nora y Nora y James, soy los besos para aquella a quien llegue a amar, soy una galaxia entera, soy el nostálgico sonido del mar. Soy honesto al ser simplemente yo.

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