22.10.17

Un mar de pasto

Pensé que sería empezar de cero. Otra vez. Nuevos sabores y olores. Una sensación distinta al tacto. Sentir como si otro sol le diera calor a mi cuerpo y forma a mi sombra. Estar así en la cima de otro mundo y poder ver otras nubes.

Y aquí estoy, cercano al quiosco, apagando mi último cigarrillo, despidiéndome del nuevo yo, quien no es más que el mismo. Jamás pensé en escapar de mí. Aunque, estar así de lejos, tan minúsculo en un mar de verdes pastos, allí sentado agitando los brazos, me ha dado qué pensar. Ardí sin quemar, me asfixié al final al no necesitar aire. Y aquí estoy, escuchando las fuentes mientras mi perro me mira. Sintiendo la vida que mana del Sol, escuchando a Handel.

Y más que nada, estirar mis dedos para sentir una extensión de mi piel, hace que todo parezca como si todo pasara al día siguiente.