magpie
when I reach 4200 I may know the answer I could be the answer not really...
17.8.23
Cherry Blossoms on Oaken Street
Of venting and why I should not felt cold
It is August the 17th. I am 45 years of age. And I just froze. At the chance of opportunity. At the atonement from comeuppance. I am socially crippled, I have told myself oh so many time that the best I can is good enough. However... Dreaming might at times be the beginning of what lies ahead, you know, the fuel of being able to alter one's surroundings by life starting to feel as if it were in motion. I was actually dreaming of something similar some days ago while in the shower, feeling the cold water running down my body, while I was smiling, while I was hoping for a tiny bit of hope one of these days, you know, like I was falling off a 25 story building and out of nowhere a giant cushion just popped up and saved me. Like the airbag in a song. Yeah, I have told myself all them last 5 years that I am ready. I might have been, but I will never know. Not until I go down crashing and burning and an utmost, haphazard piece of luck lays eyes on me I dare say something.
Beer is so good at me, I reckon. It softens the blow of being clumsy. It makes singing outloud easier. This brief moment in which I sip it washes it all existential fog away. Yes, I did squat. Yeah, I looked forwards as if nothing was happening. It don't matter. I can dance and keep drinking until the future is a simple tense.
Don't you say you weren't moved... I mean, he saw you. Discretely, but he did. Did you not feel like blushing? Like what happened the other day was not an accident and you looked at each other and wished you were closer and felt a soft tingling in the skin like when the guy you like whispers how they would like to kiss you if you knew who they were and they knew who you were and still being complete strangers since you could not know each other's names and you would think this is not you and how you should not do this cause this is not you... Yet it is exciting, isn't it? The bare feeling of desiring a stranger right then, right there, without pondering if you would ever meet again. Who cares, right? Who the fuck cares when the moment burns every single inch of skin and you can only melt?
I melted. I am still.
27.10.21
A oscuras
22.10.20
21.10.20
Quisiera recorrer tu piel con las llemas de mis dedos. Quitarte el frío con mis labios. Que el mundo, allá afuera, todo, se detuviera por al menos un segundo. Un segundo parece tan poco, mas se puede extender infinitamente al perderse en los ojos de alguien. No puedo dejar de mirarte ya que siento la caricia de la Luna desde ellos. No puedo dejar de acariciar tu pelo ya que siento el calor del Sol. Me pierdo dentro de ti ahora porque, como dijo Neruda hace algunos años, tú todo lo ocupas. Así, mi piel contra tu piel, mis labios en los tuyos. Así, mi corazón absorto con tu presencia, tu nombre en mis susurros, mi alma fundida con la tuya. Los segundos son cual días, los días cual lustros, y los lustros son el resto de mi vida. Dejo de ser yo, me comprimo hasta ser un átomo minúsculo, y exploto, al final, como si el universo iniciase una vez más.
19.10.20
Es la calma de un día cualquiera en el que nadie ha decido hacer algo. No hay vendedores de puerta en puerta o por altavoz, ropavejeros, paleteros de cornetas musicales o mensajeros de políticos buscando convencer a las masas. Los perros del rumbo tal vez estén tan dormidos como los míos, soñando que muerden algo que se han encontrado por ahí. Los vecinos no tienen la loca idea de cambiar todos los cuadros y repisas de sus casas al mismo tiempo, por lo que no taladran o martillan al unísono. Sus hijos podrían estar viendo todos lo mismo. ¿Por qué no? Puede que un canal de esos gratuitos decidió regalar juguetes para todos, por lo que deben estar pegados sin parar mientras alguien de su familia marca frenéticamente el número en pantalla. Baña la calma al parecer, este día. Pensé en poner música, pero, ¿Para qué romper con el humor del día? He terminado de trabajar, así que me levanto a calentar agua en el microondas para una pequeña taza de té. Busco un libro que siempre he querido leer, Nocturnas de Ishiguro, me digo, y acerco al futón el pequeño banco en el que subo los pies. Antes de tomar el libro, antes de dar el primer trago al té verde que me he preparado, cierro los ojos, respiro profundo, y cuando la oscuridad está a punto de cerrarse sobre mí, apareces tú, sonriendo al Sol como el sábado anterior.
18.10.20
Tomé tu mano en Octubre,
La gente andaba sin parar,
Porque no había nubes,
Vayamos a caminar, decían
Es un día soleado, se decían,
Y así se veía un arcoiris por las calles
Helados, bebidas, el sin parar de automóviles,
Los autobuses y aquella moto abandonada,
En desfile a nuestro alrededor,
Toda hoja de todo árbol en el vaivén de la tarde,
En sincronía con el aletear de aquella mariposa extraviada,
Y tú tan tú desde el principio,
Piel de brisa al mar,
Ojos cual brillo de Otoño,
Hará frío, mas no importa,
Tomé tu mano
Y el infinito existió.
7.10.20
Un sueño
Y te soñé, te soñé en un campo de magnolias
Leyendo y bebiendo una taza de café,
Y así llenabas todo de luz, cual si fueras un amanecer,
Tus rostro dando vida al valle en el que estabas,
Bañada en mar de blanca espuma de las flores.
Así, llegó la noche, bajaste el libro,
Tomaste la punta de tu pelo con tu mano izquierda,
Y bajo las estrellas, comenzaste a cantar.
Así el cielo, titilante,
Los planetas, orbitando en sincronía,
Orión rozando la piel de Casiopea,
El Almagesto arrullado por tu voz.
30.9.20
Acknowledgement
Blanca, Arturo, Paola, Alejandra, Jonathan, Dani and Regina for all the unconditional love.
Javier, Arturo and Mia for being so important.
Yatza and Ruben, Beto and JC, for listening and being the best friends I could have.
Cash, Salish, Jam and Rons for the fucking fun times.
Finnegan and Ella, you magnificent dogs, you.
Moni, Elena, the other Elena, Mikey, Milio, Andrew, Carla, Nefer, C and David for all the shiny moments regardless of how often.
To all those to whom for several reasons I don't talk, for bearing with me for such and such. We may be not anything but strangers now, but, if I think of you for some reason, rest assured you were that important.
To those who tore my heart to pieces. I dearly loved you. I was as imperfect as I am, but, you know, I am as alive as I can be despite the pain.
I have always listed a bunch of people who have brought me happiness in the shape of music, books, movies, et cetera. It was easier in the past. Now, the amount of beauty I have found is so vast that I simply can't.
To all those reading this.
And to you, who despite arriving just now, are on top, just for making me believe once more.
Thanks...
a#
I 'm looking for the face I had
Before the world was made.
-William Butler Yeats
12 años han sido. 12 años y días. He contado cuántos días, mas no lo pienso decir. No recuerdo el día aquel en el que me senté y tecleé por primera vez algo que me hiciera sentir contento con mis letras. Contento, aunque no satisfecho. Siempre, desde que comencé a ser consciente de mis actos, he pensado, "¿Debería? ¿Debería mover esto, arreglar aquello? ¿Tomarlo todo y botarlo en la basura?" Aquella publicación no fue excepción, ni lo será ésta. No recuerdo detalles de aquel día en el que este sinfín de ideas inconclusas comenzó. Sé la fecha, pero pudo haber sido un martes, o un jueves. Pudo haber sido de tarde o ya la noche pasada por una enésima taza de café o uno de tantos cigarrillos. ¿Llevaba las ropas del trabajo? Tal vez estaba de bermudas a pesar del frío. Cómo si importase. Lo que sé, lo que importa, es que, después de tanto tiempo, después de tantas personas, a pesar de tener el mismo rostro, la misma alma, no soy aquel yo. Ni peor, ni mejor. Aquel es alguien marchito por el tiempo, sumergido en hedonismos, en pretensiones logrables mas imposibles, llevado de la mano por un sueño maltrecho, y a la vez llevando de la mano a un sueño aún más maltrecho. Yo ése queriendo ser sol y estrellas. Y ahora. Ahora no soy más que imprevisible, con un sendero tan dentro que, a pesar de conocerlo, ignoro para dónde irá. Hoy simplemente toco a la puerta de aquella chica para poder preguntarle si quiere cantar conmigo debajo del sol y las estrellas.
¿Habrá alguien para este blog? ¿Volverá la audiencia que algún día aparentemente existió? No lo sé. Esto comenzó como un experimento. Onanismo en pos de vaciarme en algo para poder saciar mi hambre creativa, y para hacer catarsis por mi cuenta. ¿Cuál es el punto de escribir ahora? Ha sido una mañana pesada de trabajo, de gente abusiva y grosera. De un desayuno delicioso, y de un frío en soledad. Me siento tranquilo, mas inseguro. Esto tal vez ya no sea un experimento sólamente, sino un lado de mi vida que me da sosiego. A ratos desagüe para la náusea existencial. En otros pintura de la felicidad que me agota. Y hoy, específicamente hoy, espejo de la persona en la que quiero ella se fije.
No estoy peor que en Septiembre 8 del 2008. No llevo mejores ropas, ni me siento menos solo o más acompañado. Soy, ahora, una conjugación distinta de un hato de hechos a través del tiempo.
31.3.20
30.3.20
Es la distancia y este jodido aislamiento. Encerrado sin poder ponerle un dedo encima a nadie. Lleno de suspiros sin dueño y de cenas demasiado frías. Tal vez todo pase, y yo pueda ir por unos libros, y tal vez pueda conocer al alguien. Ya saben, rozarle un dedo por accidente, voltear, sonreír cual complice sin crimen, y mirar furtivamente cuál es la reacción. ¿Te gusta el café? ¿Qué tal si interrumpimos nuestra búsqueda y vamos por uno? Y el café se vuelve palabras, y esas palabras se convierten en años, y los años no son nada a tú lado.
Es todo, es todo lo que me acongoja. Es la voz condescendiente de mi padre ladrando que su gobierno por fin hará algo. Es el maldito calor de treinta y dos grados al que no estoy acostumbrado. Es la chica de enfrente que después de tantos putos años no puede mirarme a los ojos cuando me despacha algo en su tienda. Es la falta de agua en mi calle, el continuo trompeteo de los vendedores por las calles mientras trabajo en el teléfono, este deseo sin control por comer pan. Me cuesta tanto sentarme a la orilla de mi cama a sólo respirar. Sin pensamientos o ruidos de por medio. Siendo sin propósito, sin contemplación. Y así se me ha acumulado la vida cotidiana por dentro. Porque no puedo exhalar mis problemas hasta que escapen por la ventana. Porque no puedo caer dormido sin entumecerme con el televisor de fondo.
Y al final, eres tú. Eres tú, con esa piel de cobre en la que ansío perderme. Tú, con tu risa tan a tiempo y tu pasado tan presente. Tú que no debiste haber existido en la misma ciudad que yo. Que no debiste haber volteado a verme, y que debiste haber ignorado mi saludo. Debiste haber atendido a tu propia soledad, haberle llevado al teatro o qué se yo, y yo haber estado en paz en aquella tarde de lluvia en la que todo comenzó.
21.2.19
There won't
Windows of sugar glass panes
And castles of sand in the playground
Carve the names, then forget them
The radio has naught but 40s and 30s
And I
I be not for a reason
I be not for an answer
Smoke in the autumn
Dancing in house
Puffs of concordance
Of rugged joy and anger
Bass me up
Bass me upbeat
Tempo the bells
And flood my thirst
Till be I an atom
The girl
24.12.17
19.12.17
El sol de otoño
La memoria
El día andaba lento, como cualquier día frío de finales de otoño. Todo mundo abrigado, todo mundo con sólo una mano asomada desde las capas y los abrigos, sosteniendo un café o un atole. No es fácil esperar a alguien, sobre todo en un clima tan mundano como éste. Hay un número limitado de publicaciones o de tuits que uno puede ver antes de que se le entuman los dedos, antes de que se empiece a morder pedazos de piel seca en los labios. Usualmente así, andando a pasos cortos de un lado a otro, tarareando con más fuerza a cada minuto de retraso, con una mueca de disgusto, él esperaba a quien fuera vería. No hoy.
Pocas cosas se habían guardado en su memoria como aquel día de sol. Gente en las escalinatas cargando libros, turistas en el autobús descubierto tomando fotos, los policías abanicándose con sus gorras, y ella ahí, de rojo, con las manos entrelazadas sobre las rodillas, mirándolo, mirándolo detrás de unas gafas de sol, con una sonrisa en el rostro. Seis horas pasaron antes de que estuviera solo otra vez, andando a casa mientras miraba sus tenis y y se rascaba la nuca con la mano izquierda, y se sentía los labios con la derecha. ¿Qué ha pasado?, se preguntaba entre suspiros, sonriendo.
Sentado en una banca sobre la avenida, con Liszt en los audífonos, esperaba. Bailoteaba los pies, mordía sus labios, quería que llegara. Hay una cita de Galeano que va de, Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero un pajarito me contó que estamos hechos de historias. Y esta historia que era parte tan integral de su corazón, estaba a punto de reiniciarse. Vio su carro blanco salir de la privada y aparcarse un poco más adelante de donde él estaba. Se puso de pie, y corrió hacia él. Y justo al subir, la miró, la miró sonreír, mientras el sol se asomaba por detrás de una nube.
29.11.17
Es muy real como para ser un sueño: su piel, sus ojos, su voz, el aroma de su cuello y sexo. También, es demasiado maravilloso como para ser real: su risa y su llanto, la tersura de su tacto, hasta dónde me eleva cuando hacemos el amor. Yo no sé. No sé qué es esto que me he encontrado andando por la vida, que he perdido en primavera, y recuperado en el otoño. Tal vez sea por lo que uno está vivo, por lo que uno así puede disfrutar de la dulzura de una cereza, de una caminata por la playa, o del sabor de la cerveza cualquier tarde de calor entre gente querida. Ignoro si debo de dilucidar por qué me ha sucedido esto a mí, o si simplemente disfrutarlo. Verán, yo siempre quise saber la razón de las cosas. Saber el porqué detrás del azul del cielo a medio día y del rojo al atardecer. Por qué un mamífero puede tener escamas y un reptil parir crías. Y si no lo encontraba tan fácilmente, buscar y leer y preguntar hasta que tiempo después, años tal vez, diera con la respuesta. No saben el gozo de por fin saber quién canta o toca algo que capturó mis oídos una mañana cualquiera, o de encontrar por qué tal palabra se pronuncia o deletrea de tal o cual forma. Aunque, nada parece compararse a la epifanía de sentirse como yo hoy día. Así, tumbado en una sala de conferencias vacía, mientras bebo café demasiado malo como para ahuyentar el sueño que tengo, pienso en la fortuna, mi fortuna, de haberte encontrado a la vuelta de mi casa, bebiendo un té de canela y manzana mientras veías tu teléfono y tratabas de deshacerte del tedio de vivir en una ciudad como ésta.
Es miércoles, son las cinco y cuarenta y cuatro de la mañana, soplo en mis manos tratando de quitarme el frío de ellas porque, demonios, no se puede escribir en un móvil con los guantes puestos, y pienso en lo mucho que me gustaría tirarme en la cama, a tu lado, mientras te leo algo de Pellicer o Sabines o Neruda, y al terminar, sentir tus labios contra los míos a la vez que el cielo se cierra y una leve llovizna baña el amanecer.
22.10.17
Un mar de pasto
Pensé que sería empezar de cero. Otra vez. Nuevos sabores y olores. Una sensación distinta al tacto. Sentir como si otro sol le diera calor a mi cuerpo y forma a mi sombra. Estar así en la cima de otro mundo y poder ver otras nubes.
Y aquí estoy, cercano al quiosco, apagando mi último cigarrillo, despidiéndome del nuevo yo, quien no es más que el mismo. Jamás pensé en escapar de mí. Aunque, estar así de lejos, tan minúsculo en un mar de verdes pastos, allí sentado agitando los brazos, me ha dado qué pensar. Ardí sin quemar, me asfixié al final al no necesitar aire. Y aquí estoy, escuchando las fuentes mientras mi perro me mira. Sintiendo la vida que mana del Sol, escuchando a Handel.
Y más que nada, estirar mis dedos para sentir una extensión de mi piel, hace que todo parezca como si todo pasara al día siguiente.
18.9.17
Cantata de abril
Entre arreglos de cempasúchil y olor a copal,
Con la memoria de Alfredo atada a mi cuello,
Esporas blancas en el aire,
Fui a su lado,
Y al compás del tarareo del cielo,
Dancé a su lado.
Cinco meses fueron,
Bebí su voz, tomé su cuerpo,
Fumé cigarrillos mientras Richter y Riesman,
Dejé de flotar por tomar su mano,
Al andar hacia el Maison Kayser del lugar.
En las estrellas de Bacalar una noche,
Al arder de leña y anécdotas,
Me llevaste a tu habitación,
Te fundiste a mi cuerpo,
Y al partir, en voz alta,
Juraste a la luna jamás sentirías mi piel otra vez.
Una tarde de verano de 1975,
Dejé mi bebida debajo de la silla,
Lancé al piso mi copia de 2666,
Me asomé por la puerta donde le vi por última vez,
Volé...